EPÍLOGO / DESPEDIDA

EPÍLOGO / DESPEDIDA
‘Ojos rebeldes’, fecha de caducidad

Si todo principio implica su propio fin, ‘Ojos rebeldes’ no podía ser una excepción a regla tan universal. Así, después de una trayectoria de doce años con sus altibajos e irregularidades, con aciertos y errores, llega a su fin; desaparece, como taller de escritura creativa y como espacio virtual, tras haber cumplido las finalidades por las que surgió y a las que se debió. Puede decirse que fallece de muerte natural, como todo proceso histórico.
Como actividad colectiva auspició un ambiente solidario y de empatía en el marco de una situación difícil para cada uno de nosotros y, de rebote, para nuestros allegados. Como taller de escritura creativa posibilitó el despertar y consiguiente desarrollo de unas vocaciones creativas latentes, ocultas pero en muchos casos a flor de piel. Y como sitio virtual permitió divulgar los resultados literarios de aquellas experiencias artificiosas brotadas desde la lucidez de la penumbra bajo el paraguas del taller.
Deja, por último, un legado tendido hacia el futuro, un testimonio imperecedero en papel: el libro de igual título, Ojos rebeldes (Mojácar, Arráez Editores, 2021), que recogió y arropó aquel medio centenar largo de relatos surgidos al amparo de las vocaciones individuales.
Ojos rebeldes fue un taller y un altavoz virtual; y ahora es -y será para siempre- un libro, donde dejamos pruebas fehacientes de cómo nos hemos rebelado contra el tedio que tendía a arrastrarnos irremisiblemente hacia la vacuidad de la inercia o a relegarnos a una postración huera. En este sentido, el proyecto ha cumplido plenamente su cometido.
Han sido, como pretendíamos, doce años intensos de indagaciones en torno a las vivencias cotidianas inherentes a la situación y circunstancias establecidas en el nuevo territorio en que nos desenvolvemos; y hemos querido dejar constancia de nuestra rebeldía ante las visiones trágicas o conformistas, así como frente a las actitudes, propias y ajenas, que habitualmente conllevan. Esta ha sido -y es- nuestra propuesta desde el nuevo código que asumimos en su día y hemos acabado superando.
Por eso, porque fueron seis años tenaces de taller (con unas doscientas sesiones), porque han sido once años de espacio virtual (con más de setenta entradas y una media superior a treinta y cinco mil visitas anuales) y porque hemos protagonizado doce años de experiencia personal renovadora, ya somos otros. El pasado queda atrás, cada día más lejano. El futuro se ofrece de otra forma, quizá debido precisamente a ‘Ojos rebeldes’, y estamos preparados para afrontarlo.
Ojalá hayamos sido de alguna ayuda para los demás, no solo para nosotros.

N. B.: A partir del 1 de octubre expira este dominio. A este ‘Ojos rebeldes’ se le acerca su fecha de caducidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *