Carta a Iscra
Vas creciendo, mi niña, y yo sigo tus pasos desde aquellos primeros en que cogías mis manos para llegar al sitio de tus deseos.
Hoy, a tus quince años, me ilusiona mirarte, verte con paso firme, que ya eres personita, que tienes tus criterios, que vives ilusiones y sueñas con anhelo ir cambiando a tu forma aquello que te digan.
Mas no olvides que a las cometas hay que dejarlas volar, pero sin soltar el hilo para poderlas guiar.